viernes, 9 de octubre de 2009

la palabra, S.A. de C.V.

La Palabra, S. A. de C. V.
Alex Darío Rivera M.*
La dictadura mueve su boca, dicta para que el pueblo repita lo que ella quiere escuchar. Si ella no lo dice no puede decirse. Ahora promueven el eco de sus barahúndas, se fabrican maquinas de fiel resonancia a su sinrazón, se monopoliza el pensamiento, se privatiza el decir porque el decir viene precedido del pensar y pensar en un gobierno de facto es pecado de alta traición a su barbarie. Se supedita la palabra a la voluntad omnipotente de la ventrílocua dictadura detrás de la cual, la oligarquía, el Congreso “Irracional”, la Corte Suprema de (In) Justicia, la jerarquía eclesial, la clase politiquera y los “altos” milicos mueven sus dedos, mientras el muñeco, vuelve a mover sus rígidos labios de acuerdo a sus voluntades. Los brazos del monigote señalan e indican el destino que los anteriormente mencionados han predeterminado, para que “los cuatro vagos” del populacho que durante tres meses de resistencia han caminado gritandojusticia por las carreteras, calles y serranías de esta tierra que le pertenece, inclinen sus cabezas en señal de sumisión y cierren sus bocas para avalar con la afonía, sus atrocidades. Una esperanza subsiste hermanos en resistencia, el triunfo de la bestialidad siempre ha sido efímero, cuando más obscura se percibe la noche es porque el sol está por emerger en el horizonte de esperanza. Pretender callar, siempre se ha percibido por el silenciado como una invitación a hablar, a cantar, a gritar, a escribir, a manchar, a dejar constancia de desobediencia digna, es enunciar hasta la saciedad: es prohibido prohibir. La cultura del silencio impuesta desde arriba, siempre se ha rasgado desde abajo con las garras plausibles de las voces nunca escuchadas, de aquellas voces que siempre han sido obligadas a convertirse únicamente en oídos, nunca bocas, jamás sonidos, constantemente silencios, de ningún modo canciones. No se les olvide silenciadores,que el silencio a veces es más estridente que cualquier ruido, que el silencio siempre da paso a los sonidos más armónicos, melodiosos, afinados y sonoros. A los bárbaros que conforman este gobierno de facto, al pretender usurpar –aún más- la voz, la palabra de los pobres, me atrevo invitarles a leer a dos pensadores libertarios, el primero, Khalil Gibran, él insinúa a la sordera de sus oídos sentenciándoles “que el ruiseñor se niega anidar en la jaula, para que la esclavitud no sea el destino de su cría”; el segundo de ellos, Rabindranath Tagore, en cambio, nos susurra a los tímpanos marginales su verso, su oda: “el silencio lleva en sí tu voz, como el nido la música de sus pájaros dormidos”. El martirizado músico revolucionario Víctor Jara, nos heredó testimonio de que el canto, la voz, la palabra de libertad será imposible arrebatársela al que la lleva dentro, al contrario de aquella conocida copla trovadora, aquí nohabrán pobres cantores que no arriesguen sus cuerdas por no arriesgar sus vidas, tenemos claro que vivir sin libertad, es haber fallecido. *Alex Darío Rivera M: Educador, Promotor Cultural santabarbarense, Licenciado en Ciencias Sociales por la Universidad Pedagógica Nacional “Francisco Morazán”, autor del libro de poesía Introspecciones Extintas. E mail: alexdesantabarbara@yahoo.com

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