viernes, 9 de octubre de 2009

De la pluma de un patepluma. "A oidos sordos, resistencia necia".

A oídos sordos, Resistencia necia.Alex Darío Rivera M.*
El materialismo histórico formula que “el Estado y el derecho (capitalista), surgen para conciliar las contradicciones de clase a favor de las clases dominantes”, nada más claro que ello en el actual escenario hondureño. El Estado hondureño y su marco jurídico, después del 28 de junio lo han evidenciado claramente, la que siempre hemos dicho que es nuestra patria, en realidad no ha sido nuestra, esa es una de las muchas falacias encarnada en el escueto sentido de identidad de los hondureños. Este es un país usurpado, donde el Estado y sus leyes están en función de los intereses de una pequeña oligarquía conservadora que con cada atisbo de evolución y rompimiento de ese orden, reaccionan agresivamente asesinando, reprimiendo, controlando la información, manipulando las instituciones jurídicas, poniendo a su servicio a las jerarquías religiosas, cabildeando con sectores ultraconservadores de otros países cuyo propósito es detener elavance hacia modelos de participación más reales. Si revisamos todo el devenir histórico hondureño, con vergüenza nos enteraremos que el pueblo pueblo, pocas veces hemos sido capaz de generar algún cambio social transcendentemente favorable para las mayorías, somos una sociedad domesticada, se nos entrena para la obediencia y el silencio en el hogar, en la escuela, en el trabajo y en el pueblo, por eso en nuestra naturaleza, toda contradicción se percibe como traición, se nos prohíbe pensar y hablar con el afán de no cuestionar nada, de no aspirar a cambios. Se nos han mutilado las iniciativas bajo la premisa de que la resolución de nuestros problemas vendrá de afuera, de no ocurrir así, nos han instruido que existe un dios que no olvida las injusticias y para los sufridos en la tierra ha construido un paraíso celestial, esa es la concepción de un amplio sector de nuestros paisanos: “la solución vendrá de arriba”, olvidando comodice Eduardo Galeano, que “lo único que se construye de arriba hacia abajo son los pozos”. Creo que la capacidad de gestar cambios de una sociedad, no se mide por la cantidad de mártires, pese a ello, hasta en eso se pone en evidencia que no hemos sido un pueblo de lucha cuando comparamos los más de 150 mil mártires guatemaltecos y los más de 85 mil salvadoreños que entregaron sus vidas luchando por una sociedad más incluyente, sin embargo, esto nos muestra que existe aún camino que recorrer para alcanzar una profunda madurez política e ideológica a nivel del tejido social históricamente excluido que sea competente para desgarrar y arrebatar de esas pocas manos, la patria que nos pertenece, la patria que heredaremos a la generación conformada por nuestros hijos e hijas. Ahora “solo hemos ganado el derecho a comenzar”, a trabajar desde abajo, la resistencia ha sido y continuará siendo un ejemplo de rebeldía y dignidad que estátrascendiendo la filiación a colores e intereses mezquinos porque se ha alimentado de la indignación, el sufrimiento, la injusticia y el despojo vivido por amplios sectores marginados de la sociedad; olvidémonos de que nos vengan a barrer la casa nuestros vecinos, es tiempo de hacerlo nosotros, no sigamos apostando a diálogos con los que han cometido delitos de traición a la patria, para quienes la palabra patria es sinónimo de hacienda, empresa y negocio. La reyerta no es fácil, no debemos olvidar que las mismas relaciones de poder existentes en nuestra sociedad hondureña, responden a las relaciones de poder que el imperio ha impuesto a los países pobres; todos los golpes de Estado sufridos en América Latina han sido impulsados y sostenidos por los hilos visibles e invisibles de Washington y las oligarquías conservadoras, cada vez que el imperio avista el avance de modelos sociales que contradicen a su inhumano capitalismo, ha provocadogolpes de Estado para volver a la “normalidad”, primero fueron sus dictadores, luego apostó por las democracias de baja intensidad, pero como eso no fue suficiente para contener el avance libertario latinoamericano que camina y se hace camino al andar, ha vuelto a aventurarse con los golpes de Estado; ya lo manifestó Henry Kissinger hace 39 años, el mismo Kissinger que ahora campea en las decisiones del pentágono: “No veo por qué tendríamos que quedarnos de brazos cruzados, contemplando cómo un país se hace comunista debido a la irresponsabilidad de su pueblo”, con esas palabras, avaló la dictadura de Augusto Pinochet que tanto manchó de sangre y dolor nuestra hermana tierra chilena. Resistencia, continuemos gritando ante la opresión, resistiendo, luchando, capacitándonos, organizándonos, planificando acciones de incidencia para poder demandar una verdadera revolución social en esta tierra, donde los empresarios aún consideranponer sus reglas y proponen un dialogo, apuntándonos con los fusiles militares. *Alex Darío Rivera M: Educador, Promotor Cultural santabarbarense, Licenciado en Ciencias Sociales por la Universidad Pedagógica Nacional “Francisco Morazán”, autor del libro de poesía Introspecciones Extintas. E mail: alexdesantabarbara@yahoo.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario